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martes, 11 de agosto de 2015




             A partir de mañana …

Con frecuencia me descubro aplazando las cosas, dándole una y mil vueltas a una situación antes de tomar decisiones, programando mis citas para después, esperando hasta el último momento antes de hacer una vuelta bancaria, o simplemente pensando dentro de mi (No te preocupes Milo, a partir de mañana…) Pase lo que pase siempre encuentro la excusa perfecta, aquella que me permite tener cierta tranquilidad mental y que no me hace sentir responsable por los resultados obtenidos. Excusas como “no tengo tiempo”, “estoy cansada”, “si lo hago después puedo aprovechar y hacer dos cosas a la vez”, “mañana puedo madrugar más y así me rinde el día”, “de todos modos eso es tan largo que no importa que pasen unos días más”, “seguro que voy a perder la ida”, “mejor voy a esperar a fulanito o a sutanita para que me acompañe por que él o ella si sabe cómo se hace”, “a mi edad seguro no voy a ser capaz, es que no es lo mismo ahora que cuando era joven!”, “lo he intentado tantas veces que estoy segura que no va a funcionar”, “voy a darme un tiempo antes de empezar”, etc…

El mundo del fitness me ha enseñado que a pesar de ser una persona muy organizada es difícil ver resultados cuando no tomas la decisión de empezar trabajar por ellos. He descubierto que cada vez que aplazo algo, esa decisión se ve reflejada en el retraso de mis objetivos, razón por la cual decidí empezar a actuar. Primero empecé por cosas pequeñas como comprometerme solamente con las cosas que yo sé que puedo cumplir. Empecé a escribir en mi celular todos mis compromisos para no correr el riesgo de tener varios eventos al mismo tiempo. Cuando debo llamar para pedir una cita, lo hago inmediatamente e intento no acumular pequeñas cosas por hacer. Si voy a subir algo al segundo piso y olvido un objeto en el primer piso prefiero devolverme dos o tres escalones que seguir subiendo y dejarlo para después. Consigno los cheques en cuanto los recibo, programo los pagos para un día específico del mes y así sucesivamente. 

Mi entrenamiento ha mejorado radicalmente. A partir del momento en que decidí no dejar todo para después, los resultados se han visto mas rápido. Ahora, aumento mis pesos cada semana, mientras que antes esperaba hasta no estar cansada, actualmente programo los ejercicios con el fin de trabajar todos los grupos musculares lo cual no me permite aplazar mis rutinas si quiero lograr mi objetivo semanal. 

El fitness me ha enseñado que sí se puede llegar a ver resultados inmediatos, que las metas finales son simplemente la suma de pequeños logros y son precisamente estos los que nos van llenando de orgullo, van aumentando nuestra autoestima y le dan ejemplo a aquellas personas que observan nuestro recorrido. Ahora sé que “algún día" significa “ninguna día" y a pesar de que  a veces todavía me descubro diciéndome  “a partir de mañana” … siento que cada día soy un poco mas consciente y menos pasiva.

jueves, 6 de agosto de 2015

No todo es color de rosa!

Celebramos o castigamos los resultados sin detenernos muchas veces a pensar en los procesos, las calidades humanas, los recursos económicos las posibilidades técnicas, la formación, la alimentación, etc . Soy una fanática de los deportes: me gusta practicarlos y también sentarme a disfrutarlos. Al lado de mi esposo he aprendido a comprender el reglamento y a conocer los principales representantes  de algunos de ellos, disfruto los resultados pero sé que detrás de ellos hay todo un proceso. 

Hace pocos días concluyeron en Toronto los Juegos Panamericanos y el resultado de Colombia superó las expectativas. Sin embargo, cuando mas allá de las 27 medallas de oro me detengo a pensar que la delegación Colombiana estaba conformada por tan sólo 294 personas mientras que Canadá, USA y Brasil contaban con 723, 624 y 592 personas respectivamente, comprendo la magnitud de tan increíble resultado y le doy un valor que, por supuesto, antes no tenía. 

Yo no soy una deportista de alto rendimiento y mi vida no depende de mis resultados. Soy solamente una persona más que busca sentirse saludable y disfruta ejercitarse. Mis resultados son el fruto de mi esfuerzo, de mi trabajo, de mi  fuerza de voluntad y por supuesto de la programación de mis objetivos.  

No es una cuestión de buena suerte, ni la característica de una persona materialista y superficial, no quiere decir que sacrifique a los otros para lograr mis metas. Quiere decir que aprendi a decir ¨No¨ cuando todos mis amigos comen costillas hechas en el BBQ y yo elijo una pechuga de pollo, significa que mi actividad física sale de mi tiempo y no de aquel de mi familia y por eso mientras todos duermen yo decido hacer ejercicio. Es comprender  los estereotipos como aquel que dice ¨Una mujer con un lindo cuerpo es buena para una noche pero con una mente brillante es buena para toda la vida¨  y saber con certeza que la parte física es solamente la punta del iceberg, por que la fortaleza del espíritu es invisible para nuestros ojos. Es ir a cine y comer tallos de apio mientras todos comen palomitas de maíz con mantequilla, es decidir no tomar bebidas alcohólicas, no fumar, no consumir drogas por que comprendo lo que significa. Es hacerlo todo por amor! porque miras la sonrisa en el rostro de tus hijos y quieres que puedan contar contigo muchos años mas. Porque cada día al despertar le agradeces a Dios por el hombre que tienes junto a ti  y te prometes a ti misma no escatimar tus esfuerzos para compartir a su lado muchos años mas.      


No todo es color de rosa, pero muchas veces somos nosotros los encargados de escribir un final feliz! 

domingo, 26 de julio de 2015





     Contando calorías 


No sabría decirles cuántos productos eliminé de mi dieta, cuál fue la cantidad de cosas que dejé de comer, cuántas tablas nutricionales leí durante los últimos 20 años de vida, etc. En varias ocasiones calculé mi IMC (Índice de Masa Corporal) para poder determinar mi consumo de calorías, leí libros que me enseñaban lo que debía comer para no sobrepasar mis requerimientos calóricos diarios, escuché las dietas que hicieron algunas de las personas que conozco y algunas veces me sentí con la autoridad de darles consejos. Ví series de televisión como Extreme weight loss, busqué información en internet, leí artículos de revistas y viví durante todo ese tiempo creyendo que estaba en lo correcto. 

Hace 1 año empecé el entrenamiento para mi competencia y poco a poco comencé a comprender que si tengo una actividad física constante y apropiada ¡no importan las calorías! Al menos no de la forma en como yo las concebía. Mi primera reacción siempre era mirar el ítem calorías por porción que está descrito en la tabla nutricional de los alimentos y por supuesto que conozco de memoria la información para aquellos productos que no tienen una etiqueta que me permitiera conocer dicha información, como las frutas o los vegetales. Como resultado de esto, me negué la oportunidad de comer aguacates, nueces, avena, palomitas de maíz, chocolate, aceite de coco, aceitunas, frutos de mar e infinidad de productos que potencialmente tuvieran una gran carga calórica. 

Una caloría es solamente una unidad de medida que se utiliza para saber la cantidad de energía máxima que nos aporta un alimento por unidad de peso y gran parte de la información que recibimos nos permite deducir que si se comen más calorías de las que se gastan pues nos engordamos. De la misma manera que sabemos que para poder adelgazar debemos consumir menos calorías de las que podemos quemar. Ahora que estoy a pocas semanas de mi concurso,  he debido olvidarme de las famosas calorías y aprender un poco mas de la composición de las grasas (saturadas, insaturadas, aceites esenciales y omega 3), de las proteínas (origen animal o vegetal) y de los carbohidratos (simples y complejos). Como resultado de esto,  puedo entender mi cuerpo y saber lo que necesito comer para lograr los resultados que estoy buscando. 

Esta nueva manera de ver las cosas me está liberando de culpas; poco a poco he dejado de restar a la hora de comer y en cambio me divierto sumando: Más vegetales, más proteínas, más frutos rojos, más nueces, más aguacates y más comidas al día! En este momento de mi vida no como de acuerdo a lo que pueda quemar, sino de acuerdo al resultado que quiero alcanzar y esa, solamente esa, es mi mayor motivación. 

A continuación les dejo mi receta favorita de helado de frutos rojos; a mi me encanta y es muy rápida de preparar. Puedo comer este rico helado a cualquier hora, pero lo prefiero si tengo hambre antes de irme a dormir.

1 taza de frambuesas ó fresas congeladas
1 taza de moras (o arándanos azules - blueberries en inglés-) congeladas
1 medida (32 gr) de polvo de proteínas 
1/2 taza de leche de almendras o de leche descremada bien fría 

Se pone todo en la licuadora, lo dejas congelar y listo! a disfrutar! 

viernes, 24 de julio de 2015

50 segundos de mi rutina!

                                             
                                            50 segundos de mi rutina ;-)

jueves, 23 de julio de 2015




No tengo tiempo

He tenido una vida muy activa. La disciplina de las artes marciales se quedó grabada en mi memoria después de muchos años de practicar  karate. Entrenar a las 5 de la mañana, 7 días a la semana, no era tarea fácil, pero por nada en el mundo habría dejado de ir. 

Después vino mi proceso de inmigración, una experiencia que yo describo como ‘’volver a nacer’’, pero en mi caso con 28 años de retraso con respecto a mi nueva vida. Y entonces descubro que no hay entrenamientos de karate a las 5 de la mañana pero en cambio algunos gimnasios están abiertos 24 horas y a pesar de que nunca había sido amante de aquellos sitios llenos de maquinas y de personas que fortalecen su vida social al interior de ellos, no podía quedarme sin hacer nada y terminé frecuentando uno. 

Llevo casi 10 años entrenando en un gimnasio y evidentemente muchos de mi prejuicios han cambiado:

  1. He descubierto la pasión, la disciplina y el respeto por muchos de mis compañeros y les agradezco enormemente el simple hecho de existir. Son ellos los que me dan la fuerza para levantarme a las 4 de la mañana un día de invierno (algunos de ellos hasta -40 grados centígrados), con una gran tormenta de nieve para ir a hacer mi rutina de ejercicios. Créanme, llegar al gimnasio y encontrarme con 12 o 15 personas más que lograron vencer las mismas condiciones o aún peores (conozco una persona que se transporta en bicicleta!), merece toda mi admiración y no me permite desfallecer.
  2. Aprendí a no generalizar. No es cierto que todas las personas se entrenen mal, ni que todos los entrenadores sean malos, así como tampoco es verdad que los gimnasios mas caros sean los mejores. Definitivamente comprendí que todo está dentro de mi y en cada lugar que he visitado (Nos hemos cambiado 3 veces de ciudad) he adquirido experiencias, ganado amistades y recibido consejos invaluables.
  3. He comprobado que no debo esperar a tener tiempo y mucho menos a estar jubilada para comenzar a hacer ejercicio, por que si no encuentro el tiempo ahora, la vida seguramente me lo cobrará después y entonces será demasiado tarde para arrepentimientos.
  4. He visto personas llegar en silla de ruedas, otras con prótesis en sus extremidades inferiores, ancianos con fracturas, jóvenes después de un trauma… y todos hacen ejercicio! pienso entonces que yo no tengo excusa alguna e intento recordarlo si un día me digo ‘’no tengo tiempo’’.

Actualmente, de las 168 horas que tiene mi semana dedico 12 a hacer ejercicio lo cual quiere decir el 7% de mi tiempo. Pero no es necesario entrenar 2 ó 3 horas al día para mantenerse saludable 20 minutos de la rutina apropiada son suficientes, lo cual equivale  al 1% de mi tiempo semanal. 

Siempre he creído que la buena salud es el objetivo principal, para mi el ejercicio hace parte de mis actividades vitales como comer o dormir. Por otro lado: ser mamá, esposa, hija, ama de casa y estudiante universitaria son solamente mis responsabilidades cotidianas, las cuales elegí y estoy absolutamente feliz de dedicarles  todo mi tiempo!

martes, 21 de julio de 2015

Mamá de una adolescente



Mi nombre es Lorena, tengo 38 años y dentro de 111 días voy a participar en mi primera competencia fitness. Ahora mismo, siento la responsabilidad tan grande que tengo como madre de una adolescente.

Muchas veces he hablado con mi hija acerca de las calorias (los dulces, el chocolate, las gaseosas, las harinas) y tambien muchas veces me he cuestionado al respecto. Acaso pudiera ser yo misma con mis exigencias la que lleve a mi hija a sufrir un transtorno alimenticio? Acaso debi quedarme en silencio y permitirle ser una niña como todas las demas? No lo sé, asi como no sé qué pasará en un futuro proximo. Pero puedo contarles sobre aquellas cosas por las que hemos pasado y como las hemos afrontado.

1. Cuando Manuela cumplió 3 años tuvo la oportunidad de escoger dos alimentos que no le gustaran, ella decidio que las pasas y el higado serian sus elegidos. El resto de los alimentos tendrian la oportunidad de ser probados en diferentes preparaciones y asi elegir la que mas le gustara (hoy en día estoy convencida que cuando algo no nos gusta, no es el alimento en si, sino la forma en la que fué preparado). Hoy, Manuela conoce una gran variedad de vegetales, frutas, granos, carnes, especias y preparaciones que a su edad yo jamás habria comprendido!

2. En unas vacaciones en casa de mis padres, mi hija aumentó cinco kilos. Ella tenia 8 años y era la primera vez que estaba lejos de mi por casi dos meses, naturalmente no paró de comer golosinas y pasteles. Yo no sabia que hacer, ni de que manera enfrentar la situación; asi que eliminé todas las cosas que podrian hacerle subir mas peso. Una semana despues de su llegada y como resultado de una gran reflexion, fuí con mi hija al supermercado y compramos todos los dulces que mas le gustaban, llegamos a la casa y los pusimos en recipientes de vidrio sobre la mesa del comedor. No podia ser yo la que prohibiera, deberia ser ella misma quien decidiera. Lo único que hice fué poner una nota en cada recipiente; la cual indicaba el numéro de calorias de cada dulce y con qué podria ser reemplazado.  Por ejemplo: 1 gusano de goma tiene 100 calorias ó sea igual a 2 tasas de fresas ó a trotar durante 15 minutos.  Los resultados fueron asombrosos, fué ella quien propuso comerse un dulce a la semana y pocas semanas despues habia recuperado su peso. Los dulces todavia continuan en nuestra mesa y además tenemos helados en nuestra nevera y horneamos muffins para llevar al colegio.

Yo entreno muy fuerte cada dia y con frecuencia digo cosas "sin pensar"  como:  " todavia no estoy como yo quiero, debo esforzarme mas, no me gusta como se me vé esto ó aquello". Y luego me cuestiono sobre el impacto que mis palabras pudieran tener en la mente de mi hija, todo esto sumado a aquella publicidad que tanto critico como madre, en donde el cuerpo de la mujer es siempre el centro de atencion y de criticas. Entonces me digo a mi misma que puedo transmitirle mi pasión pero no mi angustia, debo seguir sembrando en ella valores que le permitan ser un mejor ser humano y una gran mujer porque el exterior es solo un empaque.

Siempre he hecho ejercicio por salud! es la primera vez que lo hago por estética y no es facil salirte de la burbuja. Es mi obligacion como madre recordar que mi concurso fitness es solo una experiencia más. Yo busco una vida saludable, por que no quiero ser una carga para las personas que amo.  Mi estética la juzgo yo! y estoy feliz de ser como soy!